En ritmo suave, encuentras tu andar,

Por senderos sinuosos de cada despertar.

La paciencia te envuelve, suave y sabia,

Una guía callada bajo el cielo de estrella fría.

No llegas tarde, no te has quedado atrás—

Estás donde debes estar, en paz.

Respira hondo, siente, libera y confía;

El camino se despliega, como siempre lo haría.

Confía en tu ritmo, dulce y verdadero—

El mundo se mueve suavemente para ti, sincero.

Ahora solo sabe—lo haces perfectamente,

Caminando tu sendero en luz resplandeciente.

Que la dulzura pascual te mantenga cerca,

Como delicias de chocolate que el alma aperca.

Y si alguna vez empiezas a dudar...

¡Respira hondo—y siente el amor llegar!

Con bondad, amor y calma tú brillas—

Un alma tan cálida, corazón sin orillas.

Has pausado, has sentido, has viajado lejos,

Has protegido tu corazón de tormentas y reflejos,

Como estrella que surge tras el velo del ocaso,

Buenas noches, y que tus sueños encuentren paso.